De
acuerdo a la creencia de numerosas culturas antiguas, al nacer todos tenemos
como espíritu a un animal, que se encarga de protegernos y guiarnos a lo largo
de nuestra vida. La conexión entre este espíritu y la persona a quien sirven se
manifiesta de diversas maneras, siendo leve en la mayoría de la gente y
manifestándose solo en los sueños.
Sin
embargo, un número reducido de afortunados, tiene la dicha de tener una conexión o afinidad especial con ese
animal protector. En la región de mesoamérica, por ejemplo, se dice que hay
personas con la capacidad de convertirse en animales. A estas personas se les
conoce con el nombre de nahuales.
Los
nahuales, por lo general, son reconocidos como brujos o chamanes que practican
la magia, la brujería y la hechicería. Profesan un gran respeto hacia la
naturaleza y sus animales. A raíz de la conexión tan profunda que sienten con
su espíritu animal, desarrollan capacidades propias de los animales, como la
vista del águila, el olfato de un perro o el oído de un felino.
Muchos
de ellos utilizan sus habilidades y conocimientos para hacer el bien y ayudar a
los demás, siendo especialmente reconocidos por su trabajo como curanderos.
En
algunas locaciones de mesoamérica, los nahuales eran considerados los
guardianes de poblados enteros. Pero la realidad es que no todos ellos son
buenos ni usan sus poderes para hacer el bien.
En
culturas mesoamericanas como la maya, la azteca y la méxica el nahualismo era una tradición ampliamente
difundida y practicada. Se dice que en el pasado los nahuales eran
relativamente comunes y que a día de hoy todavía quedan algunos en México.
En
las creencias religiosas aztecas, la leyenda cuenta que los nahuales solo
podían transformarse en animales cuando al sol se ocultaba y que eran
protegidos en la noche por Tezcatlipoca, el dios de la oscuridad y la
providencia. La mayoría de ellos se transformaban en jaguares, águilas o
coyotes.
Durante
la época del virreinato, algunas narraciones coloniales hechas por cazadores
españoles, contaban que animales asesinados durante la noche amanecían al día siguiente como cadáveres
de hombres.
Los
nahuales fueron perseguidos por la Santa
Inquisición a lo largo de los años. Pese a eso, varios grupos de personas
los protegieron, al estar seguros de su existencia y considerarlos merecedores
de su confianza.
Como
ves, los hombres lobos y los vampiros no serían los únicos seres humanos
capaces de transformarse en animales. Tal parece que en el mundo hay más
personas con dicha capacidad.